Esta fiesta de remonta a la edad media. Ante la invasión árabe los lugareños aprovecharon la oscuridad para hacer creer al enemigo que el pueblo contaba con una fuerte defensa. Para ello encendieron hogueras, galoparon a caballo portando antorchas, haciendo mucho ruido con tambores, campanillas y cencerros, y armando un gran escándalo a fin de impresionar a los invasores. Para intimidar más se vistieron de gorros picudos y camisas blancas.
La fiesta se celebra el 16 de enero aunque la victoria de los peleños sobre los moros fue el día 17, dia de San Antón, motivo por el cual la fiesta se dedica a este santo.
El pueblo se encuentra muy próximo al pantano de Orellana y tiene un gran valor ecológico. Está declarado como zona de especial protección de aves.
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